HALLOWNEST

    

HALLOWNEST


Todo comienza en el reino de Hallownest, un reino muy muy antigua en el cual han habitado por mucho tiempo un montón de distintas especies, en especial de insectos, en armonía:

Todo estaba bien en Hallownest y sus habitantes, pese a sus probables conflictos internos, estaban a salvo. Pero todo cambió con la llegada de Radiance, una Polilla tan poderosa que podríamos calificarla como una Diosa o Deidad, pese a que realmente la definición más correcta sería otra, pero para eso sigue leyendo.

Radiance se convirtió rápidamente en la Diosa de Hallownest. Todos los insectos la adoraban y la veneraban, pues Radiance tenía poderes suficientes como para cumplir los sueños de estos, sin embargo ellos no sabían que el precio a pagar por ello era muy alto.

Esta Deidad no era tan buena como parecía a priori, si que es cierto que los hacía felices cumpliendo sus deseos y apartando sus temores, pero… también comenzó a manipularles la mente.

Fue así como creó una especie de mente colmena dirigida por ella misma y comenzó a controlar poco a poco a todos los insectos que mostraron tener una mente débil, privándoles así de su vida, y prácticamente jugando con su propia existencia. Ya no eran ellos mismos, ni siquiera tenían conciencia propia, ahora solo eran marionetas de Radiance sin ningún otro propósito que seguir sus ordenes a rajatabla.

pero… ¿Por qué Radiance pudo hacer eso? ¿Nadie más podía hacer algo? Pues de hecho sí, los Wyrm.

Los Wyrm fueron unos insectos colosales y de enorme poder (podríamos decir que serían los titanes de Hollow Knight) que perfectamente podrían haber acabado con esta, o por lo menos haberle complicado mucho las cosas a Radiance, pero… el problema es que por algún motivo estos se extinguieron y los pocos que quedaban, estaban en sus últimos momentos, dándole así vía libre a Radiance.

Sin embargo, cuando el último Wyrm murió, no murió del todo. Su fuerza era tal, que en lugar de morir, se reencarnó en un nuevo ser: El Rey Pálido.





El Rey Pálido con el tiempo se dio cuenta de lo que realmente hacía Radiance y decidió buscarse aliados para enfrentarse a esta falsa benevolente diosa, que mas bien parecía un parásito, que estaba terminando con todo lo que Hallownest fue.

Rápidamente consiguió unos buenos aliados, las orgullosas mantis, una especie tan fuerte tanto física como mentalmente que no se vieron afectados por el control de Radiance y que por lo tanto, rápidamente decidieron unirse a la causa.

Aquí habría que mencionar una excepción: El Señor Desleal. Una mantis que en su día fue un Señor de las Mantis y que acabó sucumbiendo a la tentación de la infección de Radiance, volviéndose contra su propio pueblo.

Las Abejas por lo contrario, pese a también tener la suficiente fortaleza como para resistir el control de Radiance, decidieron ir un poco a su rollo. Les daba lo mismo lo que ocurriera fuera de su colmena.

Sin embargo, su destino cambió totalmente cuando Vespa, la Reina de las Abejas, murió. Esto volvió a las abejas vulnerables a la infección y ya te imaginas lo que pasó con ellas entonces.

Pero no es hasta que el Rey Pálido se alío con la Dama Blanca, un insecto de gran poder y sabiduría, que consiguieron poco a poco convencer a los demás para abrir sus ojos y no ceder ante Radiance, que poco a poco se iba debilitando hasta que al final fue cayendo en el olvido y desapareció.





A partir de aquí Hallownest se volvió muy próspera y ese es el motivo de la enorme cantidad de edificios, transporte, esculturas y demás que vemos en el reino. Fue la época dorada de Hallownest y todo apuntaba a que las cosas seguirían así, pero terminar con Radiance no es tan sencillo como pensaban.

Incluso el Rey Pálido seleccionó a cinco poderosos caballeros para seguir protegiendo el reino y por si acaso Radiance volvía algún día

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